El traje Regional

VESTUARIO MASCULINO
Zaragüeles y calzones
La palabra zaragüel proviene del árabe sarawïl. Los zaragüelles son unos calzones anchos. En otras culturas del Mediterráneo se ha dado este tipo de calzón, incluso en los Países Nórdicos. Ya se hablaba de los zaragüelles en el siglo VII antes de Cristo. Son mencionados ya por el profeta Daniel en el capítulo III vs. 94. Están confeccionados en lienzo o lino, de color generalmente blanco y nunca sobrepasan "tres dedos" por encima de la rodilla. En el trabajo de la huerta dan mucha movilidad y comodidad, por lo que el huertano se resistió a cambiarlo por los pantalones. El zaragüel es la prenda por antonomasia del vestuario masculino popular. Así queda demostrado cada Día del Bando de la Huerta en la ciudad de Murcia, en el que miles de murcianos y murcianas pasean y desfilan con esta prenda pos las calles de la capital.
Calzón o pantalón
El traje de gala llevaba pantalón o calzón, no zaragüel. Normalmente era de paño o de terciopelo, y del mismo color que la chaquetilla. Este pantalón de lujo, cubría hasta la mitad de la pierna. En el extremo inferior tenía dos aberturas decoradas con botones de plata.
Camisa
La camisa era una prenda muy parecida a la que se usa en la actualidad. Podían estar decoradas con alforzas, puntillas o vainicas. Su color solía ser el blanco. Existían algunas camisas en las que se bordaban a mano los puños, el cuello y las pecheras. Estas pasaban de padres a hijos y las partes estropeadas se recuperaban. Era una camisa muy importante. Al igual que los zaragüelles, solían ser muy amplias para facilitar los movimientos.
Faja
La cintura del hombre está cubierta por al menos dos vueltas de una tira de tejido, más o menos ancha, de color. Este tejido es la faja. La faja servía para sujetar los zaragüelles o calzón, y para que no se salieran los faldones de la camisa. Más tarde se convertiría en un adorno más que una prenda funcional.
Chaleco
Es una prenda abierta, con solapas, sin cruzar. Carecía de mangas. La parte trasera era de color oscuro, mientras que la delantera se decoraba con sedas y colores más vivos. No se utilizaba a diario, y se llevaba sobre la camisa cubriendo parte del cuerpo. Quedaba total o parcialmente cubierto por otras prendas.
Chaquetilla
Es una chaqueta corta, hasta la cintura, de colores generalmente oscuros. La parte delantera se adornaba con alamares de seda y se bordeaban con pasamanería. Normalmente se llevaba abierta para lucir el chaleco que estaba debajo. Las primeras chaquetillas solían tener cuellos altos, levantados y sin solapas. Con posterioridad se le fueron añadiendo solapas.
Calcetas
Las calcetas eran utilizadas por mujeres y hombres, pero había ciertas diferencias. Las calcetas del hombre nunca sobrepasaban la rodilla, sin embargo las de la mujer llegaban hasta el muslo. Se utilizaban para no pasar frío en invierno, eran normalmente de color blanco, y no llegaban a tapar los pies, quedaban a los tobillos. Las medias más elaboradas, incluso en distintos colores, se utilizaban para las grandes ocasiones: visitas a la capital, rondar a una moza, fiestas, etc. Un punto de costura típico con el que se elaboran estas prendas en la Región de Murcia es el de garbanzo, conocido así por la similitud con esta legumbre.
Esparteñas
Si existe una prenda de vestir que ha diferenciado clases sociales en la Región de Murcia son las esparteñas. Eran confeccionadas con cáñamo o esparto, y las utilizaban gentes humildes. Parece ser que las esparteñas y las abarcas son el calzado más antiguo de España. Confección de las esparteñas.
Se elaboraban artesanalmente, a partir de esparto natural, sin picar. Se realizaba un cordel fino que se iba tejiendo hasta darle la forma del pie. Se confeccionaba el talón y la puntera (que apenas cubría los dedos del pie). Una vez cosidas la suela, el talón y la puntera, se ataban al tobillo con dos cordetas, también de esparto, similares a las sandalias romanas. Con el paso del tiempo el esparto se sustituyó por el cáñamo, más suave y agradable. La puntera y las cordetas pasarían a confeccionarse en algodón.



VESTUARIO FEMENINO



El Refajo
Si hay algo que define el traje popular de la mujer en Murcia es la falda, llamada comúnmente Refajo. En las zonas frías de la Región de Murcia la mujer solía vestir refajos de lana. En cambio en las zonas cálidas el material con el que se realizaba esta prenda era algodón. Murcia es una tierra de contraste de colores. Una amplia gama resalta en la paleta del pintor del paisaje murciano. Los colores del refajo no son menos. La infinidad de tonos de la naturaleza de las tierras de la Región dan vida a los refajos de los vestidos populares. Al igual que en la bandera actual, el color que solía dar distinción y poderío dentro de la sociedad era el grana.
Las distintas comarcas de la Región de Murcia tenían una escasa variedad de formas en los refajos. Aun así, se pueden describir algunas peculiaridades que diferencian algunas de estas prendas:
  • Refajo de listas
Es un refajo a rayas verticales de aproximadamente 3 cm de anchura. Se trataba del refajo de diario, de trabajo, de ahí que no esté decorado con bordados. Era elaborado en telares caseros y en invierno resultaba muy útil, ya que podía colocarse sobre otro vestido. Dada la sencillez de la prenda, era el que utilizaban niñas y adolescentes.
  • Refajo de lana
Estaba confeccionado con este material y bordado con ornamentos florales. Es uno de los más alegres, y también de los que mejor se adaptan al frío. En Alhama de Murcia se decoraba con siete cenefas en seda. Queda reflejado el auge de la sericultura en esta zona. Incluso se bordó la figura de un gusano de seda en los refajos. Esta figura ha perdurado en el vestido femenino, pero el tiempo la ha convertido en algo parecido a una hoja estilizada. Para proteger la prenda de que se deshilache por los bajos, se remataba con un cordoncillo.
  • Refajo de lentejuelas
El barroco en España hace que la decoración del vestuario popular se enriquezca. El virtuosismo en los detalles y ornamentos se toma como un exponente de las clases adineradas. Se añaden a los refajos perlas, piedras preciosas, lentejuelas, cordones, canutillos de oro y plata, etc. Para finalizar este refajo se introducía una puntilla metálica plateada que sustituía al cordoncillo.
  • Refajo de recortes
Otro tipo de ornamentación, más comedida, eran los recortes de terciopelo negro superpuestos sobre tela de seda rosa. Incluso se podían ver en estos refajos algunos volantes en la parte baja.
En Totana eran frecuentes los refajos amarillos con recortes negros. El corpiño o armador Es una especie de corsé. Su equivalencia es el cuerpo del vestido. No porta mangas, y se coloca sobre la blusa. Tipo y generosidad del escote a elegir por la mujer. El cierre se consigue mediante un cordón cruzado que pasa a través de unos ojales en la parte delantera.
Chambra o camisa
Se trata de una prenda que en su origen era tratada como vestuario íntimo. Una de las notas más originales del vestuario popular estaba representado en la camisa. Eran unos bordados posiblemente moriscos. Desde el siglo XV se ha escrito sobre distintos tipos de camisas, entre ellas:
  • Camisas Labradas.
Se llamaban así por sus bordados. Se encontraron en los guardarropas de Isabel la Católica.
  • Camisas Listadas
Menos ricas, el único adorno eran cintas de diversos colores cosidas a la tela. El blanco era el color natural de la fibra de la camisa. En un principio estaban elaboradas en manga corta, sobre el codo. Durante el verano, en zonas calurosas, se llevaban sin corpiño. Se realizaron también de manga larga, con puños terminados en puntillas.
El delantal
Se trata de una prenda parecida a la actual, que se colocaba encima del refajo. Abundaban los de seda, aunque dependía de la calidad del traje. Los más extendidos son de raso bordados con lentejuela y pedrería , anudado a la cintura de la mujer con un gran lazo zapatero cuyas puntas, desiguales, solían bordarse y disponerse al lado izquierdo de la cintura. Otros delantales, posteriores, se confeccionaron en finas telas de lino con adornos de vainicas, entredoses, alforzas, etc.
Faltriquera
Era una especie de bolsa o saquillo. Se sujetaba a la cintura mediante cintas de algodón, y solía guardarse en ella el dinero y algunos útiles de uso cotidiano. Se podía recargar con toda clase de ornamentos. Una bolsita con dinero como la faltriquera solía guardarse bajo las sayas, o sobre ellas bajo el refajo.
Armilla o jubón
Se trata de una chaquetilla con mangas largas, generalmente de terciopelo o raso negro. Se ajustaba al talle y llevaba el cuello cerrado. El puño presentaba pequeñas aberturas por las que asomaba la puntilla de la camisa. La decoración de esta prenda podía estar formada por filigrana de plata en los botones y puntillas en cuello, puño y mangas. El objetivo de esta prenda era resguardar de las bajas temperaturas a las mujeres que vivían en las zonas más frías de la Región.
El Manto
El manto servía en un principio para protegerse del frío, pero terminó siendo una prenda de adorno, decorativa, que incluso podía diferenciar las clases sociales.
  • Manila
El origen del Mantón de Manila es castizo, no murciano. Pero en la Región de Murcia se utilizó desde 1875.
  • Manteleta
Se trata de un triángulo, medio pañuelo, que se puede cruzar en la parte delantera. La punta del ángulo central está redondeada, y toda la pañoleta está contorneada con puntilla fruncida. También puede ser artículo de lujo. En ese caso se decoraba de forma distinta según gustos de la clase popular, o de la aristocracia.
  • Cintón
Este tipo de mantilla es propio de la región de Murcia. Tienen un corte trapezoidal, y está realizada en raso y terciopelo. Era prenda imprescindible para cualquier acto religioso o para fiestas y solemnidades. Simbolizaba la honestidad y honradez de aquella que la luciera.
Ropa interior



Enaguas
Se trata de una falda interior blanca. Se adornan con alforzas o pliegues. En la parte baja disponen de una tira bordada ancha y fruncida con pasacintas y cinta de seda de color. Para conseguir que quedaran ahuecadas se solían almidonar. Una misma mujer podía llevar hasta seis enaguas, una sobre otra.
Peinados
  • El moño de picaporte
El pelo recogido, con la frente despejada, es un clásico dentro de la variedad de peinados de la Región de Murcia. Se realiza con dos trenzas de ocho a diez ramales, tejidas a modo de "pleita". Se coloca en la nuca y se sujeta por la mitad con una cinta de raso o terciopelo. Por la parte frontal se hace la raya en medio o lateral con las clásicas y preciosas hondas murcianas. Como complemento se podían utilizar dos pequeños rodetes colocados a ambos lados de las orejas. También puede adornarse con una peineta acompañada de agujones y horquillas. Se puede adornar el moño de picaporte también con flores del tiempo.
  • Peinado redondo
Se trata de otro tipo de moño, pero en este caso la mujer se peina con la raya en medio y se recoge el pelo atrás en un moño redondo o rodete. Al igual que con el moño picaporte, las mujeres adornan el moño con uno o dos ramilletes de flores.
Adornos y complementos
La mujer murciana ha utilizado numerosos argumentos para realzar su belleza. El paso de los años ha perfeccionado estos aderezos, pero básicamente se pueden enumerar los siguientes:
Adornos para las orejas:
Hermosas arracadas, pendientes de jaula, de calabaza, y arracadas de lazo.



Para llevar en la muñeca:
A partir del siglo XIX desde Francia se exportaron rosarios que se colocaban en las muñecas para llevar las cuentas de los rezos. Poco a poco las primitivas cuentas de madera pasaron a estar más decoradas.
Aderezos para el cuello y su regazo:
se utilizaron collares y gargantillas. Algo que ha llegado hasta nuestros días, y que ha tenido diversas modas es la cinta de terciopelo negro con un adorno colgante.
Para el pelo: Al igual que en la actualidad, los agujones o alfileres de plata eran los adornos más utilizados durante el siglo XIX.
El abanico:
La mujer murciana utiliza abanicos en verano para no pasar calor. Es normal que posean varios: uno de uso diario, otro para el negro (luto), otro más artístico para decoración de la casa o grandes ocasiones, etc. Se elabora en papel o en variadas y finas telas.

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